jueves, 17 de noviembre de 2016

Voluntaria: Escarlata en Tánger (Marruecos) Julio 2016

“Mi segunda oportunidad”

Parte 1

Dicen que “segundas partes nunca fueron buenas”; y es cierto, porque pueden llegar a ser extraordinarias. Mi segunda experiencia como voluntaria en Tánger ha sobrepasado mis expectativas.
El poder volver, a esa tierra de amor, de vida, de Dios… ha sido un verdadero regalo.
Llegar a Dar Tika, y escuchar tu nombre con alegría, seguido de “bussas” y miles de abrazos, no tiene precio. “Casa de la confianza”, no podría ser de otro modo; pues se tiene fe, en que cada una dé lo mejor de sí misma, incluso para las que estamos muy poco tiempo. Se confía en las niñas, en las educadoras, en las voluntarias… Se nota la confianza que tienen las niñas a la hora de contar algo, para ser libres, para que cada una sea ella misma; y es algo maravilloso.

Compartir con estas niñas, su día a día veraniego, por segunda vez, ha sido magnífico. Ver lo mayores que están algunas, seguir conociendo algo más sobre ellas, sobre sus vidas. Compartir ratos de juego, de playa, de talleres… Poder percibir un poquito mejor lo que se les va moviendo dentro en algún momento, y notar que las vas queriendo cada día un poquito más.


Los días en la guardería pasaron volando. Estar con peques, haciendo actividades, bañándolos en las piscinas de plástico y echando una mano para lo que hiciese falta; hizo que desconectase, que disfrutase, que siguiese creyendo en lo maravilloso que es el lenguaje universal del amor (y los gestos), y que, estar con renacuajos me llena de alegría y vida.

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