jueves, 12 de enero de 2017

Voluntaria Silvia en Tres Isletas I (Argentina)


OASIS

"Volver al lugar que hace 10 años me lleno y me dio tanto, era toda una incógnita. Había algún que otro miedo e inseguridad. ¿Había pasado tanto tiempo?. Yo no era la misma, ni el viaje era el mismo.

Las expectativas parecidas, entregar lo que soy en aquello que se necesitara.

Llegar fue, volver a encontrarme en el “OASIS” que recordaba y sobre todo, a sentir mi casa en medio de la nada.

Sí, ese es el ambiente que se respira en el centro comunitario. Un lugar en el que todo el mundo tiene cabida, donde se fomenta el respeto, la entrega, el cariño, la alegría, dignidad, humildad… donde intentan sacar lo mejor de cada uno desde la paciencia, escucha, ternura…

En un primer momento, mi corazón se lleno de alegría al ver todos los adelantos: un centro de salud, escuela de primaria, escuela de oficios, talleres para adultos, catequesis y la iglesia por fin terminada.

La vida de este “OASIS”, del barrio Alianza, continuaba a pleno rendimiento y con nuevos proyectos.

Después  tomar contacto con la realidad, me desmonto, me sobrecogió, me interrogó. He tenido la gran suerte de compartir muchos espacios, hablar y escuchar las inquietudes de este pueblo y de este barrio en concreto.

Una realidad que habla de sueldos precarios, para vivir con los mismos precios que en España. Pero personas con una dignidad y paciencia, capaces de decir “para prosperar aquí, tiene que ser a poquito”

Una realidad que habla de niños/as que solo comen una vez al día, que maltratan, que no quieren, que cuidan de sus hermanos…

Una realidad que habla de personas muy castigadas y maltratadas por la vida, pero que continúan luchando por estar mejor, por aprender y seguir el camino..."

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